domingo, 3 de diciembre de 2006

el pecado y la culpa


En el código moral inscrito en nuestros genes existe la figura psicológica del pecado y sentimiento de arrepentimiento. Mi perro sabe perfectamente que hurgar la basura está mal hecho, y cuando le pillo se arrepiente espontáneamente, aunque sea yo quien se lo haya inculcado; por tanto, no estamos hablando de leyes divinas, sino humanas. Es muy útil para conseguir la socialización de los individuos, a costa de cierta represión de instintos primarios que no todo el mundo soporta igual.
Por conveniencia, haré alusión a los pecados capitales, que son muy gordos y palpables. ¿Dónde empieza y acaba la gula? ¿la avaricia? ¿la lujuria...? (vaaale, no me los sé, los he mirado en http://corazones.org/diccionario/pecados_capitales.htm). Sin embargo, otras culturas declaran sacrílego comer cerdo, los juegos de azar, o mil conductas para nosotros extrañas. Incluso la blasfemia o el adulterio es motivo de lapidación, cosa que ahora nos escandaliza... (para estudiarlos mejor, http://www.geocities.com/fdomauricio/pecadoscapitales.htm
A menudo me quejo de mi sociedad, de los grandes defectos que tiene, uno de los principales, el egoismo (todos los pecados son uno: el egoismo, con distintos disfraces). Pero tanto intelectual como humanamente, hemos progresado mucho, y además en masa. Salvo aquellos que basan su vida en las drogas (ya sabeis a lo que me refiero: 1º la televisión; 2º: la comida fácil; 3º: huir de los retos de la vida diaria, eludir los problemas)la conciencia general es plástica. Lástima que sea tan fácilmente influenciable. Nos dicen que consumiendo seremos felices, y va y nos lo creemos.
¿pensabais que os iba a solucionar algo? pues no. Pero repasaros el enlace ese, de corazones.org y vereis las virtudes opuestas a los pecados. Como de costumbre, la solución no es lo que oyes, sino lo que escuchas

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