martes, 20 de marzo de 2007

Decálogo de la comida

Este es el resumen de una larga charla de unos 50 folios que he preparado para impartir en el curso de Kinesiología, que se celebra este viernes. Todos los puntos son adecuadamente explicados en dicho texto, pero a modo de resumen, espero que te aprovechen y que no se te indigesten.
1º: come menos. Es inevitable, si no maldición, que en la época de la abundancia no estemos preparados para soportarla, por lo que debemos pasar un poco de hambre. Empezar las comidas con fruta ayuda un poco.
2º: alimentos lo más naturales e integrales posibles, producidos cuanto más cerca mejor, de temporada, y que no sean clónicos, es decir, que su aspecto sea irregular (grandes/pequeñas; maduras/verdes). Si tienen gusanos u hormigas, mejor, los quitas, o algo de tierra, la lavas. Si los huevos tienen excrementos de gallina (está prohibido venderlos así) mejor. ¡Cuidado con hacer esto de golpe! y es inevitable alguna indisposición pasajera. (evidentemente estoy exagerando, pero esto es lo que hacía yo de pequeño, y el 99’9% de la humanidad hasta hace 100 años, hoy sólo lo hace el 80 ó 90% de la humanidad).
3º: Productos de origen animal: poco, muy selectos, y procedentes de animales “felices” (¡viva el jabugo!). Evita pescado de acuicultura (trucha, salmón, lubina, dorada, rodaballo, rape y últimamente el atún) aunque el de anzuelo está prohibitivo… ¡viva la sardina!
4º: lácteos: cuanto menos, mejor, y si es el caso, yogures o algo de leche fresca pasterizada (en vías de desaparición) de vacas que anden (más escasas aún). Elimina totalmente la asociación de leche = salud, implantada a través de la publicidad. Cuanta menos leche, mejor, sobre todo a los niños. Los lácteos azucarados con los que les atiborramos son veneno puro.
5º: elimina el azúcar (tampoco integral) y las harinas refinadas de tu dieta (vaaale, es imposible, inténtalo al menos).
6º: Cuando tengas comidas en restaurante, te recomiendo dos primeros platos y prescindir del postre dulce.
7º: Vicios: pocos, y caros. Vino muy poco, tinto y de calidad. Tabaco, nada, o algún purito esporádico. Café, chocolate… conviene sujetarlos.
8º: incorpora el ejercicio físico a tu vida diaria. Olvídate de la televisión; en su lugar, habla con los demás, cultívate en relaciones personales. Hazte de alguna asociación cultural, una ONG… dá algo sin pedir nada, te hará muy feliz. Por supuesto, surgirán conflictos que deberás solucionar, la tele anestesia el intelecto. Superándolos, crecerás.
9: Agua: existe una gran controversia. Yo recomiendo, salvo situaciones especiales, beber un poco más de la que apetece. Si se toma agua del grifo, instalar un filtro depurador (los decentes cuestan entre 300 y 600 €). En ciudades determinadas (casi toda la costa mediterránea) procurar tomar mineral o poner filtros buenos.
10º: A veces parece que justifico la regla: “cuanto más rico y sabroso, peor”. Si lo haces todo, genial, irás al cielo enseguida. Pero si te conformas con dos o tres reencarnaciones más, de vez en cuando…: ¡alegría al cuerpo!. Celebra con los demás las cosas y no des la nota asceta como he hecho yo un tiempo, no compensa. Además, se te hará más llevadero, cuesta bastante esfuerzo hacerlo todo.

1 comentario:

PL dijo...

Que se supone que se consigue siguiendo todo esto? Comer lo que prohibes te hace disfrutar...que ventajas te aporta no hacerlo?

Volviendo de San Diego pasamos por un prado lleno de vacas. Se extendian hasta donde llegaba la vista. 10 minutos de coche por autopista sin parar de ver vacas a un lado. Esas vacas andaban, tenian sitio de sobra (espacio sobra muchisimo en USA. Es en europa donde estamos apretados) Teniendo en cuenta la cantidad de vacas (miles y miles), debian de ser para Mac Donalds o Similar...