domingo, 28 de septiembre de 2008

Mas crisis


El plan de finaciar las empresas en quiebra de Bush parece no saldrá adelante por lo mismo que decía hace muy pocas entradas. Los republicanos duros dicen, y con razones respetables, que se van a entregar fondos públicos a millones de ciudadanos y entidades financieras que se han portado mal, han arriesgado demasiado contraviniendo todas las normas de prudencia, y se han pulido la pasta que en su momento se les concedió. Sin embargo, todos aquellos que hicieron lo contrario y respondieron con sacrificio, austeridad y trabajo, no recibirán nada. Y eso, en yanquilandia, no es justo. Y además, si sienta precedente, la gente pensará: "el que venga detrás, que arrée". Y más cuando, la jugada, supone aproximadamente 2500 dólares por americano. Toda una fortuna.
Aquí, en Europa, consideramos unan figura habitual que socorramos a todos los que están realmente en grave riesgo de hundirse; pasa hasta en el fútbol: años ha, poco antes de convertirse todos los clubs deportivos en sociedades anónimas, el Osasuna club de fútbol y otro equipo de primera, no me acuerdo cuál, fueron los dos únicos equipos que no recibieron una cuantiosa subvención porque, precisamente, se habían endeudado poco, siendo prudentes con sus cuentas. El 50% de esa cantidad se lo llevaron creo el Madrid y el Barcelona.
Es curioso. Somos más exigentes cuando tenemos mucho que cuando tenemos poco. Es un fenómeno cultural opuesto a la socialdemocracia, se oyen campanas por todas partes dado que, como es lógico, nos hemos pasado en sentido contrario, en el proteccionismo exagerado, cuya cúspide piramidal es la figura del funcionario europeo, y cuanto más arriba, peor, como en casi todo.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Las estrellas


Stephen Hawkin acaba de decir que, inevitablemente, deberemos explorar otros mundos para colonizarlos, dando un plazo de unos 100 años para que éste lo terminemos de espiazar. Se admiten muchas interpretaciones de ello, fundamentalmente su pesimismo sobre los humanos, y su confianza en esa empresa, que por el momento todos vemos como utópica a tan corto plazo.
Es nuestro destino, el de la tierra quemada, como Atila. Habrá quien disfrute fumándose el mundo, y otros replantándolo. Elige tu bando, porque los Guerreros del Arco Iris no tardarán mucho en aparecer. Por de pronto, la ETA ya ha abierto una linea de negocio basada en la ecología, aunque afortunadamente están demasiado zumbados como para estructurarse adecuadamente, y creo que con suerte les queda ya muy poco.

lunes, 22 de septiembre de 2008

Madrí


He estado este finde por la villa y la corte, procediendo a reflejar las crónicas de la visita:
La población permanecerá estable, dado el bajo índice de natalidad, pero los coches, carreteras, circunvalaciones, cruces, accesos, desvíos, crecen en progresión geométrica o logarítmica (aquí se acaban mis conocimientos matemáticos de exageración). Posiblemente acabaré comprándome un tom-tom de esos de ton-tos que te llevan sin pensar, y si te confundes, son más agradecidos que la parienta, no se enfadan por mucho que lo intentes.
He tenido tiempo de leer más cosas sobre la crisis, entre otras, uno que decía, y con razón, que de los 30.000 despedidos de Lehman Brothers, y de que las fotos saliendo de sus sedes con una caja de cartón con sus pertenencias, ni uno sólo salía triste, sino todos contentos, suponía por los elevadísimos salarios que han cobrado, precisamente por firmar que, según su leal saber y entender, los negocios que proponían eran solventes y fiables, cosa que luego se ha demostrado falsa. Nadie se molestó en investigar bien los activos financieros, nadie quiso remover la mierda, lo único que contaba es: firmo aquí y me llevo un chorro de pasta... Cuenta el comentarista que gran parte de la culpa ha sido de, precisamente este tipo de gente, a quien sólo le interesaba el resultado inmediato (cortoplacista) y llevarse un buen pico a casa, además de que el principal culpable, si se pudiera citar a una persona, ha sido Alan Greenspan (como él mismo ha reconocido, pero dice que nunca imaginó que sería tan rápido, sin tiempo para reaccionar) por mantener artificialmente bajos los tipos de interés, y por no impedir en su momento, como mucha gente le dijo y de forma reiterada, las famosas hipotecas sub-prime.
Y por cierto, la bolsa ha subido casi un 9%, por el discurso de Bush y por la inyección de liquidez de los bancos centrales. ¿De dónde saldrá ese dinero?. ¿Porqué para unos hay fondos públicos y para otros no?
Y de que la crisis seguirá, el problema se mantiene, los "activos tóxicos" han contaminado todo el sistema, y tan sólo cuando toque fondo y empiece a subir, podrá decirse que ha acabado. Y pronostica para Inglaterra y España al menos un año, probablemente dos, de recesión.
He montado por primera vez un mueble de Ikea. Merece su fama: se compra en un sitio cutre y desangelado de lo más, pero la estantería bien pensada, bien hecha, bien acabada, todo encaja bien y a la primera, y el precio, casi de risa.
Y de que el mundo islámico no tiene remedio, como África. Y de que Obama, en general, sigue diciendo cosas sensatas, aunque a corto plazo le reste votos, como que está dispuesto a reunirse con todos sus enemigos, incluso con Chávez, sin condiciones previas. A lo que McCain ha respondido con lo de siempre, desenfundando.
Cuando quieras saber cómo eres, pregúntale a tus enemigos; suelen tener razón (ya me empiezo a repetir, siento).

viernes, 19 de septiembre de 2008

Despiadada Hackera

He recibido un contundente ataque a mi blog, por parte de una admiradora, que me ha mandado un correo directamente, sin pasar por el blog (espero que no tenga demasiada información sobre mi) y me ha escrito estas melosas palabras, acompañada de una modosita y sonriente foto que prefiero omitir, por aquello de la protección de menores:

Hola!
He visto tu perfil, y me has gustado. Quiero conocerte mejor. Espero que te gustare tambien. Mi nombre Natalya. Pienso que le escribe a muchas muchachas? No existe? Por primera vez utilizo el Internet para el conocimiento. Esto es tan interesante.
Quiero contar de si. Mi la muchacha muy cortes y timida. Tengo la formacion buena. Vivo con mis padres. Asi como queria mostrarte la fotografia mi. Quieres de mirar mis fotografias? Oh, uso muy malo el Internet, y muy dificil instalarme las fotografías sobre esta el Internet a la pagina. Quiero darte mi direccion electronica, asi a mi sera mas facil tener con ti la comunicacion.

Mi e-mail: ********@yahoo.com (oculto por si me decido a contestarle para recompensar su buen gusto)

Espero que te interesaras por yo, y me escribiras la carta. Espero.

Y yo espero resistir tan taimados ataques a mi virilidad (aunque el ataque a mi virilidad es en realidad una maniobra de distracción, a donde apunta en realidad es a mi tarjeta de crédito)

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Quiebras, crisis...


Se ha hundido otro banco, el Lehman Brothers, y nos anuncian más. Dicen que el pasivo superaba los activos, y que el Barclays, que estaba negociando comprarlo, se retiró cuando se enteró de que, de fondos públicos, ná de ná, al contrario de los otros cuatro precedentes. También es cierto que el volumen de la operación era elevadísimo.
Solbes, nuestro ministro, afirmó que las épocas de crisis vienen bien para limpiar la economía. Todos lo entendimos perfectamente, menos los peperos que enseguida le sacaron punta, por lo que Solbes rectificó reconociendo que las palabras no eran las más afortunadas, pero se ratificaba que, incluso los periodos de crisis tienen su aspecto positivo. Fuera lastre, fuera entidades débiles, fuera indecisos, caña al mono... pura selección darwiniana que dicen.
Eso los americanos lo entienden muy bien; tan bien como mal lo entendemos en Europa. Que cada palo, aguante su vela, y el que venga detrás, que arree. Su sistema, desde la cuna, implica que al que se porta bien, zanahoria, y al que se porta mal, palo. Sin contemplaciones. Y funciona, aunque duele. Eso nosotros tampoco lo entendemos, llegando a los extremos de perder el temor de Dios, de la policía, de los padres y educadores... la falta de autoridad, la dejación de nuestras obligaciones, es otro de los males endémicos de nuestra sociedad, y la solución, como imaginas, es nada más y nada menos que cierta dosis de autoridad, que debe de emanar de las personas e instituciones que la sustenten (de eso, Franco entendía un montón).
Cuando digo de aprender de aquí y de allá, no miro sólo a los budistas, sino a ambos lados, en latitud y longitud.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Into the wild


Título de una película que me recomendaron, que es una poesía, un tanto utópica, como deben ser las poesías y las películas. El protagonista rompe con todo, y se marcha a vivir aislado (sólo ví 20 minutos, me tenía que marchar..., cualquier día la termino) para conocerse, para vivir en contacto con la naturaleza, para demostrarse que es hombre, que es capaz de vivir tan sólo con sus manos y su cerebro...

Algunas teorías afirman, con bastante fiabilidad, que la aparición del pensamiento simbólico (lo cual deducimos mediante los signos indirectos de interpretación artística, enterramientos, rituales...) fue, con mucho, el principal factor de progreso del homo sapiens sapiens. Junto a ello, asumimos que se se potenció la asociación de ideas, capacidad de aprendizaje y otros muchos factores. El hombre de Neandertal, durante 200.000 años, hizo instrumentos líticos (puntas de flecha, cuchillos...) sin prácticamente variar nada. El hombre moderno, asumió rapidísimamente técnicas, conocimientos, hechos que acontecían a continuación de otros... (agricultura, estaciones metereológicas, migraciones animales...) y mejoró todo también rapidísimamente, inventó cosas...
En todo ese proceso de formación cerebral, existen bucles informáticos. El alcohólico asume su droga como placentera, y diversos programas utilizan el mismo hardware. Si vemos sexo, nos apetece, y ese mismo mecanismo ocasiona la misma respuesta, pero el estímulo desencadentante es muy diferente. Para unos es el alcohol, para otros la coca, para otros los tebeos, la comida, especialmente la comida basura, y la droga reina puede ser la televisión, a través de la cual, los publicistas utilizan ese bucle para inducirnos a consumir. Y la asociación de ideas más universal es con el circuito básico: casi siempre, el sexo.
Yo soy un buen exponente. De pequeño, mi padre una vez vino a casa, nos vió a todos embobados viendo la tele, y le dió un patadón y la tiró al suelo. Cuando tienes un "enganche", es más fácil evitarlo que dominarlo. Para el alcohólico, no entrar en un bar es difícil, no pedir una copa muy complicado, y dejar de tomarla cuando ya ha empezado prácticamente imposible.
Sólo tenemos pues, para todos esos agentes enganchantes y exclavizantes, una vía. Tener la firme voluntad de dominarla, y además, empezar por lo fácil. No empezar. No encender la tele, no visionar sexo sin motivo, no probar las drogas... y aun hoy día, sigo siendo teleadicto. Si me expongo suficientemente, me engancho.
Eso en cuanto a lastres. En cuanto a motivación para seguir viviendo e iluminándonos, en eso estamos. Por el momento las filosofías mejor desarrolladas son las orientales, las budistas (cada uno tiene que ver qué bahias tiene en el coco, y buscar las placas que se le adapten mejor, claro, además de programarse), aunque seguro que, cogiendo un poco de aquí, otro poco de allá, seguro que lo mejoramos. Lo malo es que, por el momento, quien lo hace son aquellos a quienes les interesa que hagas y digas lo que ellos quieren. Eso es vivir la vida de otro, eso es lo que yo tampoco quiero, y el protagonista de "into the wild" hace. No tiene otra forma de evitarlo que romper con todo (hasta lo que he visto, creo 20 minutos de peli, no sé cómo termina) y crear, partiendo de cero, una nueva identidad. Por eso mismo, el camino de Santiago te rompe, te cambia los esquemas de base, te encuentra contigo mismo, te permite verte desde una perspectiva más pura, sin contaminar. Los budistas dicen que la causa de toda la infelicidad es la ignorancia, y su remedio, el conocimiento que te lleva a la Iluminación. Tras reencarnarnos, desconocemos quiénes somos, qué queremos, dónde se encuentra nuestro sitio en este mundo, y tenemos que buscarlo. Aproximarnos a nuestro destino correcto (que puede ser sabio, prostituto, sacerdote, buscador de perlas, eremita...) nos hace felices y alejarnos infelices. Y he puesto profesiones, como si fuera un destino en la vida, cuando el Conocimiento en realidad es mucho más una actitud personal que unas habilidades técnicas adquiridas mediante aprendizaje. Igual me da que seas dentista, matemático o informático, importa poco. Dentro de mi propio gremio, unos son de una manera, otros de otra... eso es mucho, mucho más importante que ser dentista.

Buscad vuestro destino con ahínco, y sin causar daño en vuestro entorno, sino felicidad.

Estuvimos viendo el festival de flamenco de homenaje a Sabicas (el flamenco es genial) y se me quedaron dos frases, en un documental que le filmaron poco antes de morir:
-lo que hagas, hazlo bien.
-no existen guitarristas malos; todos sois buenos.

Pues eso: queridos lectores de mi blog, Yo os bendigo, en el nombre de mi padre, de mis hijos, y del espíritu santo. ¡Hala! ¡A vivir y mejorar lo presente, que no estamos terminados!.


jueves, 11 de septiembre de 2008

Política y confianza

Estos días asistimos a uno de esos baños dialécticos que se supone nos tienen que interesar por parte de los Padres de la Patria. Y como de costumbre, nos desayunan a diario con banalidades.
Zapatero es uno de esos insulsos, no niego que tenga sus dotes, como todos, pero no es un estadista ni tiene proyección de futuro alguna, sino que va capeando el temporal conforme le sopla el aire, soltando tonterías por ahí a ver lo que dicen y haciendo populismo, y luego, en consecuencia, hacer o deshacer según el share o réditos. Tampoco creas que en general tiene rivales, hasta ahora, tampoco Rajoy me ha demostrado nada tampoco. Otra cuestión es que los genios en general conviene alejarlos de los puestos técnicos, están mejor el posición directiva que de la gestión directa, tienen buenos esquemas de base, pero poco adaptados a la mecánica diaria.
El sistema anglosajón, que tan buenos rendimientos les ha proporcionado desde hace siglos, se basa en una estructura piramidal jerárquica muy bien definida, y en la punta de arriba de todo, hay un señor muy bien pagado, respetado y considerado, cuya misión por ejemplo, en un consejo de una empresa, es dar una o dos consignas al principio, escuchar mucho, y al final emitir una o dos órdenes muy claras y precisas. Su trabajo es pensar y decidir, y se le respeta por ello.
Laspersonas inteligentes, válidas, con ideas creativas se apartan de la política. Como le decía a un amigo hace unos días; En tiempos, la clase médica estaba bien considerada, razonablemente respetada y pagada, lo cual, inevitablemente, daba pié a que un pequeño porcentaje de miembros de ese colectivo, al amparo de su pseudoinmunidad, se dediquen a barrer descaradamente para su beneficio. Uséase: se forran, a costa de la enfermedad ajena. Y la mala imagen que provocan, perjudica a todos. Cuando nos crecen los enemigos, ponen a esta gente delante y las hordas del populacho arremeten con leyes "políticamente correctas" pero muy dudosamente justas para la mayoría.
Reinevitablemente, no tiene remedio. Un alto porcentaje de individuos, y tristemente casi siempre los más honrados, bienintencionados, se ganan dignamente la vida, mientras que aquellos que rayan la picaresca e incluso delincuencia, con buenos abogados, y con una almohada bastante más blanda que su conciencia, van imponiendo sus leyes de mercado, y poco a poco todo es made in China, contratos temporales, y Todo por la Pasta que se dice. Y somos tan tontos, o listos, que les hacemos el juego.

Y en dentistas lo mismo, pero afortunadamente, en cosas tan delicadas la confianza pesa mucho, y yo hace tiempo que lo estoy disfrutando.

lunes, 8 de septiembre de 2008

Los apetitos

Palabra inherente a la naturaleza humana, ligado a la esfera material por antonomasia. Me gustó la palabreja, y me dispongo a disertar un poco, a ver qué sale.
Un dicho antiguo: para el hombre, el amor son sus alas, y el deseo su yugo. Pero como empiezo cuando hablé de las drogas, los apetitos son geniales, son la base del deseo y de la proyección a futuro. Pensar que el mundo se pueda mover sólo por amor, y encima del platónico, es correcto, en el Monasterio de clausura de Tulebras o de Leyre, pero en pocos sitios más. Si no nos ponen la zanahoria delante, correrá su abuela.
Vaaaale, lo voy a decir: en el punto medio está la virtud. Si tomamos de lo que sea hasta saciarnos, es que nos hemos pasado. Podemos hacerlo alguna vez, pero no sistemáticamente. Y nos podemos pasar también por defecto, no te lo pierdas, porque mortificarse un poquito con la abstinencia tampoco me parece mal, pero de ahí al cilicio mental...
¡Qué curioso! Como de costumbre, la solución la tienes tú, no yo. Aunque algunos optan por la solución de la obediencia ciega y absoluta, pensando que así los pecados los cometen sus superiores.
Para esta entrada, no se me ocurre otra foto que de tetas y culos, así que mejor me callo.

sábado, 6 de septiembre de 2008

Sobre los signos de la época y el "Happiness per capita"


(Discurso pronunciado por Antonio Garrigues, el 31/1/07, por su nombramiento "Doctor Honoris Causa" en la UEM. Es un poco largo, pero me parece muy bueno. Que os aproveche).
Excelentísimo y Magnífico Rector de la Universidad Europea de Madrid, Excelentísimas e Ilustrísimas autoridades, Claustro de Doctores de la Universidad, queridos amigos.
Ante todo expresar mi gratitud y mi alegría por recibir esta distinción de una universidad que en pocos años ha ido ganando crédito y creciendo en prestigio de forma acelerada y que pertenece a la primera red global de universidades privadas. Una red que cuenta con 42 campus universitarios y cuatro universidades on-line. Una universi­dad en la que se practica de forma natural la multiculturalidad, la modernidad y la globalización. Una universidad que está, en suma y en definiti­va, a la exigente altura de estos tiempos acelerados y complejos. Me siento por ello verdaderamente honrado y satisfe­cho. No voy a entrar en el debate de si merezco o no la distinción que hoy se me concede. Recuerdo siempre las palabras de Unamuno al recibir un importante premio literario. Decía así: "Sr. Rector, una gran mayoría de personas, en ocasiones similares a la que yo me encuentro, suelen asegurar que no son dignos de recibir el privilegio que se les otorga". "Por regla general, -añadía Unamuno- esas personas tienen toda la razón". y concluía afirmando "No es ese ciertamente mi caso". Yo prefiero no entrar en ese debate. Lo único impor­tante es que hoy estoy aquí, en este alegre y maravilloso Campus, rodeado de los compañeros que con sus palabras y su voto han hecho posible e_te Doctorado Honoris Causa y en presencia de muchos amigos, muchísimos y buenísimos amigos, que han venido aquí a probarme de nuevo su afecto y su cariño

Todas las épocas tienen sus signos. Es decir. sus claves esenciales, sus ideas dominantes, sus objetivos, sus prioridades, sus debates ideológicos, sus peligros y sus oportunidades. y por fin, sus éxitos y sus fracasos. En las épocas más primitivas de la humani­dad la idea dominante y el objetivo prioritario se concentraban en la supervivencia física, y a estos efectos, el descubrimiento del fuego y el invento del hacha fueron hechos decisi­vos para aumentar la eficacia en la caza y así mismo, la calidad de vida. A partir de ahí, esos seres humanos tuvieron que afrontar problemas más complejos, tales como el mantenimiento y el almacenamiento de los excedentes de caza, el embellecimiento y la decoración de sus cuevas -no sólo con pinturas rupestres- y, por fin, el descubri­miento de nuevos productos y de nuevos mercados. Incluso llegaron a descubrir la importancia y el sentido del ocio.
Así empezó de alguna forma lo que hoy llamamos globalización. Partiendo de esta referencia mi propósito es hablar hoy de los signos de la época en que vivimos, que serán similares, ya lo veréis, a los de la época del hacha y el fuego.

Concretar esos signos es, sin duda, tarea difícil porque el que reflexiona sobre estos temas se coloca inevitablemente en una situación en la que los árboles no dejan ver el bosque, pero aún así, me parece que va
a resultar un ejercicio necesario, un ejercicio básico si queremos avanzar honradamente hacia un concepto, lo más claro posible, de lo que es y de lo que no es progreso, tema tan importante como decisivo, al que luego se hace referencia. Nos esperan, que nadie lo dude, grandes y positivas sorpresas intelec­tuales y también maravillosos descubrimien­tos físicos y psíquicos, muchos de ellos enteramente predecibles. Esta época, si nos ocupamos de lo que hay que ocuparse, puede ser y debe ser -y yo estoy convencido de que lo será- una época gloriosa para la humani­dad a pesar de las muchas y dolorosas realidades y apariencias que nos preocupan y nos confunden en este momento histórico. No ha sido, en verdad, un gran comienzo de siglo. De hecho, no ha podido empezar peor. Pero irá mejorando. No tiene otro remedio

Volvamos en todo caso al tema de los signos de esta época. El signo más importante, del que se derivan muchos más, se puede resumir así: estamos viviendo simultáneamente y de forma acelerada cuatro revoluciones básicas que están interactuando e interpoten­ciándose con altos niveles de sinergia: la revolución científica, la tecnológica, la cultural y la ética. Todas ellas van a cambiar profundamente los escenarios y los compor­tamientos de los ciudadanos y, así mismo, las tareas de todos los estamentos de la sociedad, incluyendo especialmente el estamento político, el económico y el religioso
Una primera reflexión; a pesar de que existe una conciencia generalizada sobre la profun­didad, lo inevitable y la inmediatez de esos cambios, nadie o casi nadie piensa en tomar medidas anticipadas ya sea para proteger sus intereses, o para colocarse, como se dice ahora, en la buena onda. Todo el mundo da por seguro que la ciudadanía -como ha venido sucediendo a lo largo de la historia- sabrá adaptarse, con más o menos traumas y dificultades, a cualquier alteración de situaciones o circunstancias que se produz­can. No hay pues que acelerarse. Estemos tranquilos. Hay pocas excepciones a esta tendencia, en mi opinión nefasta, a la pasividad. Mencionemos dos: la educación escolar y universitaria en China se ha volcado claramente, decididamente, a la generación -se podría decir, en masa- de científicos y tecnólogos. Nunca ha habido en la historia de la humanidad cosechas tan importantes de estos profesionales. Segundo ejemplo, algunas empresas sobre todo norte­americanas, han cancelado o vendido, con pérdidas significativas, produc­ciones aún rentables pero con signos de obsolescencia, por otras producciones con escaso valor actual pero con mucho potencial de futuro, con ánimo de explotar en el momento propicio su pionerismo y su liderazgo.
Una segunda reflexión: la cultura tecno­científica y la cultura clásica no logran encontrar puntos válidos de convergencia. Sigue existiendo una separación y, en muchos casos, una rivalidad poco comprensible y justificable. Las ignorancias científicas de los hombres llamados cultos, en el sentido tradicional son realmente abrumadoras. Alan Sokal publicó recientemente en una prestigiosa revista técnica, "Social Text", un ensayo con el título “Rompiendo límites: hacia una hermenéutica transformativa de la gravedad cuántica", en el que tanto el título como el contenido era una acumulación de frases absolutamente absurdas, sin ningún sentido. Hombres de letras, periodistas, e incluso algunos científicos elogiaron el ensayo y resaltaron las afirmaciones que les parecían mas interesantes. Es una simple anécdota que confirma que aún está muy lejos el sueño de una tercera cultura, que defendió ardorosamente C. P. Snow, con el buen ánimo de mejorar el vacío de comuni­cación entre los intelectuales de letras y los científicos. Habrá que ponerse a ello con decisión. Los filósofos y los sociólogos -si no quieren perder el tren de la historia- tendrán que abandonar otras tareas y dedicarse de lleno -como ha pedido recientemente el filósofo John Searle- "a aglutinar y a interpretar todas las ciencias que estudian el ser humano como la neurobiología, la química, la física, las ciencias naturales, etc". Searle ha llegado a afirmar que "la neurobiología, en estos momentos, está yendo más allá que la filosofía". Recordemos en este sentido que Ortega y Gasset y Heidegger fueron los primeros filósofos que se ocuparon seria­mente de este tema. Heidegger lo hizo con irritación y con menosprecio de la técnica y de la ciencia. Ortega hizo lo mismo, pero como ha dicho alguien, "con más dulzura". Se colocó, sin duda, a la debida distancia pero siempre admiró y se interesó por los progre­sos técnicos hasta el punto de insistir, sin éxito, a su hijo José Ortega Spottorno a que dedicara su talento, que era mucho, a la técnica agrícola porque pensaba, con razón, que iba a revolucionar profundamente la agricultura. En cualquier caso, puede afirmarse que Ortega se atrevió mucho más que Heidegger en este debate y llegó a concretar cuáles eran los temas básicos. Reconocía, sin reservas, a la técnica, su capacidad para aumentar la libertad y la independencia del ser humano y a la ciencia, la exactitud y el rigor de las precisiones de las verdades científicas, pero añadía inmediatamente que el mundo necesitaba una interpretación global y completa y que “el hombre de ciencia, el matemático, el científico, es quien taja la integridad de nuestro mundo", porque según él, la verdad científica es "exacta pero incompleta y penúltima" y “deja sin ver las cuestiones decisivas". Ante esta situación todos tenemos que aceptar que mejorar la relación entre filosofía, ciencia y técnica, es una asignatura pendiente a la que la Fundación Ortega y Gasset, en colaboración con otras institucio­nes académicas, deberá ocuparse con prontitud. Este es el momento histórico adecuado.
Una tercera y última reflexión: todas las revoluciones que estamos viviendo van a necesitar un referente y un objetivo básico: la mejora de los conocimientos, los sentimientos y los apetitos humanos. La búsqueda de la felicidad -a la que alude expresamente la constitución de los EE.UU- debe convertirse en el objetivo fundamental, incluso en un objetivo absoluto, aun cuando pensemos inteligentemente que es un objetivo imposi­ble. El "happiness per capita" es el único índice por el que merece la pena .luchar.
A la pregunta: "¿usted qué quiere ser?", la única respuesta sensata y lúcida es: "yo quiero ser feliz". Lo malo es que eso no es fácil. La técnica y la ciencia nos ofrecen juntas y por separado un futuro perfecto, paradisíaco. Se nos asegura que desaparece­rán una a una todas las enfermedades físicas e incluso las mentales; que viviremos mucho más tiempo -fácilmente hasta los 150 años hacia la mitad del siglo, y luego ya veremos- y se nos dice además, que todos esos años los viviremos en plenitud física y mental -incluyendo, desde luego, la plenitud sexual. que se alargara hasta momentos antes del final de la vida-; se nos garantiza, también, que tendremos muchas más horas de ocio con divertimentos escapistas asegurados que reducirán a un mínimo la conciencia de culpa; alcanzaremos, por fin, el cuerpo físico exacto que queremos y además lo iremos cambiando según las circunstancias y las exigencias de la moda o las aspiraciones sentimentales; y, por si todo eso fuera poco, podremos llegar a cualquier sitio -aún cuando no sepamos por qué- en un espacio mínimo de tiempo. Todo eso está realmente muy bien y además es, en gran parte, cierto. Pero -volvemos a Ortega- la tecnología per se no puede llegar a la felicidad del ser humano ya que eso es algo externo al hombre. El problema, reside, además, en que la ciencia y la técnica no son excesivamente educadas. No piden la venia ni el permiso. Crecen, se desarrollan y se multiplican, si no de una forma ciega, sí, como poco, tuerta mente, sin preocuparse en exceso de los cambios que generan; pensando que la máquina es, por principio, más importante, mucho más importante, que el hombre que la maneja y utiliza; y, en general, confundiendo sin cesar medios y fines podemos seguir así. Habrá que poner en marcha con rapidez una revolución cultural y una revolución ética que afronten este proble­ma. No podemos aceptar que el resultado final del progreso científico y técnico consista en lo siguiente: producir en cadena individuos alimentados y fuertemente empobrecidos por horas y más horas de Internet, televisión, y teléfono; individuos que se dediquen a sustituir cada vez más las realidades físicas por las virtuales (véase el admirable caso de la página web, secondlife.com); individuos que se someten a la homogeneización de la ciudadanía tolerando culturas perversas y dominantes que controlan a la perfección todas las técnicas de marketing, incluyendo la utilización de los aditivos necesarios, físicos o psíquicos, para generar dependen­cias intensas, como hacen con excelencia algunos productores de tabaco y, así mismo, los ya incontables programas de corazón; Individuos que sacralicen el consumismo como actividad justa y necesaria –además de compulsiva- para alcanzar la alegría vital y la paz de espíritu; y, por fin, individuos que eleven la belleza o la apariencia estética, el ejercicio físico, y la indigencia o la vulgaridad mental, a categorías máximas de la condición humana.
Que nadie piense que esta batalla va a ser fácil. Hay en juego demasiados intereses y escasísimas personas e instituciones dispuestas a la lucha. No podemos contar en ningún caso con un estamento político y unos políticos cada vez más radicalizados y sectarios; cada vez más cortoplacistas; cada vez más provincianos; cada vez más cansinos y aburridos. Por su parte, la intelectualidad en su conjunto se ha dejado absorber y fascinar por los descubrimientos científicos y técnicos, sobre todo en el capítulo de la biogenética, y no han querido profundizar ni en más consecuencias ni en la adecuación de los posibles resultados finales. La Iglesia, finalmente, concentra toda su atención y todos sus esfuerzos en vigilar que el desarro­llo científico y tecnológico pueda cuestionar sus principios dogmáticos y complique su papel en la historia, abriendo puertas al peligroso y nefasto relativismo. Menos mal que por fin se han descubierto células madre del líquido amniótico cuya utilización ha sido oficialmente aceptada por el Vaticano al no ser necesaria la destrucción del embrión. Aún quedan, sin embargo, muchos campos minados, especialmente en el campo de las manipulaciones genéticas -sin hablar por el momento, ¡vade retro!, de la clonación- que aseguran, desde ya, conflictos éticos, morales y religiosos que van a ser duros de pelar. La Iglesia -con sus tendencias conservadoras en alza- sigue, como siempre, dispuesta a topar con la ciencia. Sólo debemos esperar, lo digo en serio, que gane el mejor.
He ahí el resumen de los signos de esta época. Pido disculpas, muy de verdad, no haber dejado al margen temas importantes de este debate y por haber sintetizado en exceso los temas tratados. Hay dos razones para ello: una, que estoy convencido de que los discursos largos -además de no decir más que los cortos- estarán muy pronto tipificados como delito en el Código Penal; y otra, que sólo he pretendido dar algunas claves en las que todos tendremos que seguir reflexionando durante mucho tiempo. Soy consciente -como decía un político inglés- de que no he clarificado ningún problema pero confío en que al menos haya logrado aumentar sustancialmente el nivel de confusión. No es sólo una broma. En esta época hay que prepararse, con buena paciencia y buena humildad, a convivir sin ningún estrés, plácidamente, con lo complejo y con lo incierto. El ser humano tiene incorporada en su mente una pasión, verdaderamente apasionada por la verdad. Nos encanta estar siempre en lo cierto. Evitamos, como pode­mos, reconocer nuestra perplejidad o nuestra ignorancia. Nos parece poco serio y poco digno tener dudas cuando siempre, pero especialmente en estos momentos, lo único cierto y lo único inteligente es no sólo dudar, sino también saber dudar, que es oficio difícil pero muy rentable intelectualmente. Ortega pedía a los profesores que al enseñar deberían enseñar también a dudar de lo que enseñaban. Y en este mismo sentido, mi admirado amigo, Antonio Mingote, afirmaba hace muy pocos días lo siguiente: "Si se me acepta, no será por mi capacidad de adoctrinamiento sino por mi firme voluntad de prescindir del más leve dogmatismo". No es ésta en verdad buena época para dogmáticos por más que están floreciendo por doquier. Esas personas deberían recordar que nuestras convicciones más apasionadas y aparentemente más nítidas y seguras, acaban siempre constituyendo "nuestro límite, nuestros confines y nuestra prisión". La frase vuelve a ser de Ortega que puso también de moda la frase mágica de que "lo que nos pasa, es que no sabemos lo que nos pasa y eso es precisamente lo que nos pasa".
Lo que al final tendremos que examinar con mucho cuidado es de qué hablamos cuando hablamos de progreso, uno de los muchos temas que han quedado vírgenes en mi exposición. Hemos avanzado poco en este largo debate, pero ya empieza a parecer claro que ese concepto no puede ser manipulado por todas y cada una de las disciplinas, desde su sola perspectiva y en su propio interés.
El concepto de progreso no puede limitarse en ningún caso al progreso en sentido
científico y tecnológico por muy admirable que sean; y además habrá que aceptar que hay "progresos" -como algunos amores-, que ciertamente matan. Un estupendo sociólogo hispano, Juan Enriquez, se preguntaba en un seminario si es progreso que ahora la mujer pueda quedar embarazada de diecisiete maneras distintas cuando hace unos pocos años sólo había una, y también, si es progreso que un niño nazca a través de un proceso en el que figuran un óvulo donado, un espermatozoide cualquiera y un vientre alquilado, para entregar el hijo después a una madre y un padre infértiles, cuando no a una pareja de un mismo sexo. Yo no me atrevería a decir enfáticamente que eso no es progreso, pero creo que merece la pena echarle un buen pensamiento. Es ahí donde la filosofía tendría que echar una mano inteligente y facilitarnos un buen mapa de ruta.
Con todo este jaleo y alboroto a cuestas ¿podemos ser optimistas? Esa misma pregunta la formula el periódico The Independent a un grupo de expertos y los resultados se han publicado el 28 de enero de este año, es decir, hace unos días. Participaron personalidades como el biólogo, Richard Dawkins; el director de un laboratorio de inteligencia artificial, Rodney Brooks; el compositor, Brian Eno; el psicólogo, Steven Pinker; el cofundador de Wikipedia, Garry Sanger; el consultor de negocios, Peter Schwartz; el demógrafo Daniel Hellis; el arqueólogo Timothy Taylor, el presidente del Instituto Aspen, Walter Isaacson; el físico cuántico David Deutsch y otros -hasta diecisiete- de similar prestigio. Sus respuestas en su conjunto están llenas de interés y su lectura, además de reconfortar el ánimo, explican muchas cosas. Sin ninguna excepción, su posición es de claro optimismo. Hablan de las fuertes tendencias a favor de comportamientos éticos, de la capacidad para afrontar el tema de las migraciones, de las nuevas fórmulas energéticas, de los privilegios de comunicación a través de internet y de otros muchos temas. Al final se alcanza una conclusión clarísima: reducir los altos niveles de corrupción es progreso; mejorar la calidad democrática en todos los órdenes, es progreso; eliminar la violencia, es progreso, y sobre todo, enriquecer a los pobres es progreso. En definitiva, podemos estar confusos y llenos de duda, pero al menos hay buenas razones para ser optimistas. Algo es algo.
Un último comentario dirigido especialmen­te a los estudiantes. Tenéis la fortuna de ser jóvenes y el privilegio de recibir una educa­ción excelente. ¿ Qué esperamos de vosotros? Algo muy simple que puede resumirse así: tenéis que tener una mente global y no provinciana, porque podéis dar por seguro, ·ya de forma definitiva, que el mundo es redondo; tenéis que conocer a fondo la relación entre ciencia, técnica, filosofía y ética y definir vuestra propia postura, aunque yo haya hecho, en el día de hoy, todo lo posible para incrementar vuestro nivel de confusión; tenéis que ser absolutamente honestos y honrados aceptando que la maldad es -os lo digo de corazón- una estupidez propia de necios; tenéis que hablar además del inglés, dos o tres idiomas más, incluyendo el árabe para que podáis participar activamente en la alianza de civilizaciones que es un tema serio que la politización ha deformado y minimizado; tenéis que ser decididamente optimistas y positivos frente al futuro, aun cuando de vez en cuando se os llame, incluso con razón, irresponsables. Todo menos dejaras llevar por el síndrome del Titanic; tenéis que lograr, en concreto, que vuestro "happiness per capita" no baje nunca de seis o siete sobre diez, y si bajara tendréis que cambiar vuestro comportamiento y vuestros objetivos; tenéis que dar por seguro que en cualquiera de los oficios que elijáis, la ciencia y la técnica os afectarán, incluso, si os dedicáis a la poesía; tenéis que luchar sin desmayo por la paz, por todas las paces imaginables, por una paz digna; tenéis que ser jóvenes toda la vida, entre otras cosas -como podría decir Woody Allen- para evitar el peligro y el triste riesgo de envejecer; tenéis finalmente que tener una mente siempre dispuesta a inventar el hacha y a descubrir el fuego. No permitáis que inventen sólo ellos. Eso es todo lo que os pedimos. Os podíamos pedir mucho más. Pero no os tranquilicéis. Os lo iremos pidiendo poco a poco. La idea, en definitiva, es que vosotros hagáis lo mucho que hemos dejado de hacer nosotros. Si así os comportáis y tenéis, además, la enorme fortuna de ser abogados, yo os garantizo una carrera brillante en Garrigues o en cualquiera de los despachos de los colegas competidores que han tenido la gentileza de venir aquí.
GRACIAS A TODOS

Franco, caudillo de España


Repito. Im-prescindible para todos aquellos que vivimos algo de su régimen y nos gusta recordar. He dejado el libro en el Consulado de Peleonia, en el cuarto de la música, a disposición de todos los Peleones; los no allegados, que se lo compren (es un poco gordo, aviso) aunque es algo antiguo, lo veo descatalogado, pero está en el mercado de ocasión.

jueves, 4 de septiembre de 2008

Toros

Navarra es pródiga en fiestas taurinas, capeas, vaquillas, encierros... en las que todo el mundo, con la sensatez suficiente, puede torear el peligro y la emoción en vivo. Son festejos muy antiguos y arraigados en la cultura popular.
Sin embargo, este verano ha sido relativamente trágico, con dos muertos y muchos heridos (la mayoría leves, claro, pero hay 20 ó 30 fracturas óseas) . Es un fenómeno extraño, y creo que probablemente pronto se lo cercará y acorralará, valga la expresión campera, porque nos civilizamos poco a poco, para bien y para mal (puede que sea ésta una de las expresiones más comunes en mi blog, yin y yang). En otras partes, los jóvenes demuestran lo valientes que son conduciendo bebidos, o liándose a tortas... cuando no se aburren soberanamente. La vida es riesgo, y todos tenemos que tener la oportunidad de hacer alguna tontería de vez en cuando, de nuestros minutos de gloria, de prueba de nuestra habilidad y hombría, y no con el fútbol, sino de verdad.
Ya sabeis que no soy especial partidario de los toros, pero los defiendo. Es como decía, que los nórdicos, tras unas fuertes campañas contra el tabaco, están muy contentos, fuman mucho menos y se suicidan un poco más; han dejado de hacer campañas y abierto la permisividad.
La vida se vive viviendo, y los toros son un buen exponente de ello, hispánico de lo más. Y que duren.

martes, 2 de septiembre de 2008

Comer

Titular periodístico: Las madres estresadas provocan obesidad infantil.
De siempre se sabe que EEUU es el país donde los pobres son gordos. Ya he dicho alguna vez en la entrada para buscar dentista, que nunca busques lo más barato de nada, ni de dentistas, pantalones ni ordenadores. Y especialmente, las cosas de comer, busco aquellas que dupliquen al menos la media del resto, es la única forma de permitir al productor entregarme algo medianamente sano para meterme al cuerpo. Si te quieres asustar un poco mas, http://www.ecoportal.net/content/view/full/66592 (Nuestro Futuro Robado).
Ya me canso de hablar de alimentación, y además, mi selecto foro, os lo sabéis todo: Sano, natural, caro, ecológico, perecedero... Mas vale vivir tranquilo, la neurosis es aún peor. Según Mira y López, un psiquiatra maravilloso que desarrolló la Teoría Motriz de la Conciencia y creó el Test de Psicodiagnóstico Miokinético, un enfermo es todo aquel que sufre o hace sufrir.
Ya no nos podemos fiar ni de nuestras madres. No les hagas rabiar, anda, que te traerán de castigo hamburguesas, pizzas, espaguetis, helados...