viernes, 28 de mayo de 2010

Marcapasos cerebrales (o poner puertas al campo)

Basado en artículo homónimo de MyC apunta a lo que en las peluélicas futuristas ponían como límite. Control, mediante técnicas diversas (estimulación mediante electrodos, microbombeo de fármacos o neurohormonas...) de la estimulación motora, las emociones, la felicidad, fijación de recuerdos, borrado selectivo de memoria... Ya son terapias efectivas en la depresión, parkinson y epilepsia, en pocos años superarán la fase experimental y pasarán a clínica. La implantación de electrodos permite además lo que llaman el electromagnetoencefalograma, que registra unas pocas neuronas en un intervalo de milisegundos, en comparación con la PET o RNM, que precisan minutos y revelan áreas de casi centímetros.
Por el momento es más fácil eliminar una reacción patológica o suplir una deficiencia, pero el asalto a los recursos de la antártida o de Europa (la luna de Jupiter) no es nada comparado con estos avances, que combinados con la biónica o los potenciadores creo que dan pié a pensar en una raza superior. Primero tendremos niño a la carta (esto como que ya) y luego, lo prepararemos para fabricar rabos de boina, implantarle unas agallas para construcciones submarinas, o ponerle 30 úteros para producción en serie. A demanda.
Por no decir los cultivos hidropónicos de proteínas, bacterias metanógenas, o hígados de repuesto... A veces me asusto yo solo, pero la cantidad y calidad de los recursos y posibilidades son inmensas, habrá que aprender a disfrutarlos y controlarlos, intentar ponerles puertas es inútil.
Parece un cuento, pero vete haciendo a la idea, que sólo es cuestión de tiempo. Lo que no sé si acabaremos también quemando los libros, o nos quemarán ellos. Santa Apolonia (palabrita de martirilogio) se arrojó ella misma al fuego purificador, y San Lorenzo, en la parrilla les dijo que le cambiasen de lado, que ya estaba hecho por el otro.
Yo casi que me prefiero crudo.

2 comentarios:

Fiebre dijo...

Estas dos últimas...mejor leerlas con más calma...

Sólo quería darte un beso. Ea!

Pele Ón dijo...

Pues que sepas que lo mejor, me lo callo, son conclusiones de lo más científicas, pero nos movemos todavía en el terreno de la incertidumbre más absoluta.
Pero el beso sabe a realidad. Gracias. Devuélvase el donativo a remitente corregido y aumentado.