lunes, 30 de abril de 2012

BICHOS Y DEMÁS PARIENTES

(Del mismo libro "Una breve historia de casi todo")


Nuestro cuerpo tiene unos 10.000 trillones (numerología americana) de células, pero alberga unos 100.000 trillones de microorganismos. Las bacterias, nunca lo olvides, se pasaron miles de millones de años sin nosotros. Sin ellas no podríamos sobrevivir un solo día. Procesan nuestros desechos y hacen que vuelvan a ser utilizables; sin su diligente mordisqueo nada se pudriría. Purifican nuestra agua y mantienen productivos nuestros suelos. Sintetizan vitaminas en nuestros intestinos, convierten las cosas que comemos en azúcares y polisacáridos útiles y hacen la guerra a los microbios foráneos que se nos cuelan por la garganta.
Dependemos totalmente de las bacterias para obtener nitrógeno del aire y convertirlo en nucleótidos y aminoácidos útiles para nosotros. Es una hazaña prodigiosa y gratificante. Como dicen Margulis y Sagan, para hacer lo mismo industrialmente (como cuando se fabrican fertilizantes) hay que calentar las materias primas hasta los 500ºC centígrados y someterlas a presiones trescientas veces superiores a las normales. Las bacterias hacen lo mismo continuamente sin ningún problema, y menos mal que lo hacen, porque ningún organismo mayor podría sobrevivir sin el nitrógeno que le pasan. Y sobre todo los microbios siguen proporcionándonos el aire que respiramos y manteniendo estable la atmósfera. Los microbios, incluidas las versiones modernas de cianobacterias, suministran la mayor parte del oxígeno respirable del planeta. Las algas y otros pequeños organismos que burbujean en el mar aportan unos 150.000 millones de kilos al año.
Y son asombrosamente prolíficas. Las más frenéticas de ellas pueden producir una nueva generación en menos de diez minutos; Clostridium perfringens, el pequeño y desagradable organismo que causa la gangrena, puede reproducirse en nueve minutos y luego empieza inmediatamente a reproducirse otra vez. A ese ritmo, una sola bacteria podría producir en teoría más vástagos en dos días que protones hay en el universo. «Si se da un suministro adecuado de nutrientes, una sola célula bacteriana puede generar 280 billones de individuos en un solo día» según el bioquímico y premio Nobel belga Christian de Duve. En el mismo periodo, una célula humana no conseguiría efectuar más que una división.
Vivirán y prosperarán con casi cualquier cosa que derrames, babees o te sacudas de encima. Basta que les proporciones un poco de humedad (como cuando pasas un paño húmedo por un mostrador) y brotarán como surgidas de la nada. Comerán madera, la cola del empapelado, los metales de la pintura endurecida... Científicos de Australia encontraron microbios conocidos como Thiobacillus concretivorans que vivían —en realidad no podían vivir sin— en concentraciones de ácido sulfúrico lo suficientemente fuertes para disolver metal. Se descubrió que una especie llamada Micrococcus radiophilus vivía muy feliz en los tanques de residuos de los reactores nucleares, atracándose de plutonio y cualquier otra cosa que hubiese allí. Algunas bacterias descomponen materiales químicos de los que no obtienen beneficio alguno, que sepamos.
Se las ha encontrado viviendo en géiseres de lodo hirviente y en lagos de sosa cáustica, en el interior profundo de rocas, en el fondo del mar; en charcos ocultos de agua helada de los McMurdo Dry Valleys de la Antártida y a varios kilómetros de profundidad en el océano Pacífico, donde las presiones son más de mil veces mayores que en la superficie, o el equivalente a soportar el peso de 20 reactores Jumbo. Algunas de ellas parecen ser prácticamente indestructibles.Según The Economist, la Deinococcusradiodurans es «casi inmune a la radiactividad». Destruye con radiación su ADN y las piezas volverán a recomponerse inmediatamente «como los miembros desgarbados de un muerto viviente de una película de terror».
En la década de 1920 dos científicos de la Universidad de Chicago comunicaron que habían aislado cepas de bacterias de los pozos de petróleo, que habían estado viviendo a 600 metros de profundidad. Se rechazó la idea como básicamente ridícula (no había nada que pudiese seguir vivo a 600 metros de profundidad) y, durante sesenta años, se consideró que las muestras habían sido contaminadas con microbios de la superficie. Hoy sabemos que hay un montón de microbios que viven en las profundidades de la Tierra, muchos de los cuales no tienen absolutamente nada que ver con el mundo orgánico convencional. Comen rocas, o más bien el material que hay en las rocas (hierro, azufre, manganeso, etcétera). Y respiran también cosas extrañas (hierro, cromo, cobalto, incluso uranio). Esos procesos puede que cooperen en la concentración de oro, cobre y otros metales preciosos, y puede que en la formación de yacimientos de petróleo y de gas natural. Se ha hablado incluso de que sus incansables mordisqueos hayan podido crear la corteza terrestre.



viernes, 27 de abril de 2012

MI FAMILIA Y OTROS ANIMALES

Del libro "Una breve historia de casi todo", que en esta ocasión, me he leído en formato electrónico (en el kindle, by the face). Es algo largo pero merece la pena.
- Todos los antropólogos están de acuerdo en citar unos 20 homínidos en la cadena de antecesores. Pero casi ninguno coincide en cuáles 20.
- Es curiosa la casualidad de que los hallazgos y las conclusiones concuerden especialmente con las teorías previas de su descubridor.
- Los científicos suelen formular aventuradas suposiciones respecto a lo que encuentran alrededor de los restos. Atendiendo a esta lógica, casi todas las herramientas primitivas cabe imaginar son obra de antílopes.
- Todos los huesos fósiles de homínidos existentes cabrían amontonados en una furgoneta.
- El cerebro es un órgano muy exigente. Supone el 2% de la masa corporal, pero consume el 20% de la energía.

sábado, 21 de abril de 2012

SÉPTIMO CONTINENTE

Colaboración de Mrs. Peleona Académica, que me pasado ESTE ENLACE .
Hace mucho ya que se conoce, pero por el momento, todos miramos para otro lado; al final del artículo hablan de otras cuatro islas parecidas por ahí, una en el Atlántico. Y todas creciendo.



El plástico es un disruptor endocrino, de lo que ya he hablado en otras ocasiones, y mucho mejor que yo "Primavera silenciosa" y "Nuestro futuro robado", libros también comentados; el segundo obra en mis fondos de préstamo, si estás interesado.

sábado, 14 de abril de 2012

MITAD DE CUARTO DE OMBLIGO

El último entrevistado era Josep Borrel, ahora director de una pequeña universidad en Florencia, que ha escrito un libro titulado "La crisis del Euro" y a quien le preguntan que cómo vé el Europa, o que cómo nos ven "el resto del mundo", a lo que contesta:
1º: un museo, un bello objeto decorativo, quizá un referente cultural.
2º: una minoría (7%) incapaz de dirigir, no ya el mundo, sino su propio destino.
3º: un pueblo desunido, sin metas ni miras, y sin capacidad de empuje ni esfuerzo, ni colectivo ni individual.


Pues eso, que andes.

martes, 10 de abril de 2012

CUARTO Y MITAD DE OMBLIGO

Veo un programa de (cómo no) la crisis, en la Sexta (al menos ese ratito, me ha gustao, un punto por esta cadena) en la que entrevistan a gente que ha escrito libros sobre ella. En general coinciden en que:
- unos pocos, los jerifaltes de los fondos de capital-riesgo fundamentalmente, tienen mucho poder y pocos miramientos. Todo (absolutamente todo) por y para la pasta.
- estos pocos, ahora mismo, están ganando dinero (muchismo) simplemente especulando con futuros a la baja de los Estados (con mayúsculas). Es decir, cuanto peor nos vaya, más dinero ganan. Y se dedican a ello con primor.
- ese poder se lo han otorgado, por dejación, los propios políticos, que momentáneamente lo único que quieren es préstamos (deuda) para pagar los préstamos (déficit) que nos prestaron (vencimientos).
- todos, pero especialmente los cantamañanas de siempre (Grecia ((Cum Laude)) Italia berlusconiana y España cañí) se dedicaron a mirar para otro lado y a fundirse la pasta que no tenían.
Y, en cuanto a ombligo, en la próxima entrada lo aclaro.

martes, 3 de abril de 2012

TAO Y PROZAC


Lou Marinoff, autor de "Más Platón y menos prozac" acaba de publicar el libro de "el poder del Tao", y le hacen una entrevista en la revista "filosofía hoy" (me compro estas guarradas para los viajes, no tengo remedio) de la que entresaco:

Mi análisis ha encontrado en la filosofía taoista tres ideas fundamentales: 
- la complementariedad: nada existe de manera aisalada, todas las cosas forman parte de un todo.
- la armonía: se alcanza equilibrando la diversidad, no uniformizando. La armonía personal requiere el equilibrio de diferentes prioridades.
- todo cambia; el cambio es la única constante, y nosotros y nuestras circunstancias se encuentran en permanente estado de cambio.

(Pregunta la entrevistadora respecto a si ese instante es su momento personal, a lo que responde): 

Se trata de descubrirlo. Siempre te encuentras tres grandes ramales y un único objetivo: la serenidad. Uno te conduce a través del misticismo racional y el genio creativo, sería la senda de Platón, Bach o Einstein. Si amas la conciencia y buscas que todos los seres sensibles dejen de sufrir, debes seguir a Buda. La senda de Lao Tzu es el Tao: el camino de todos los caminos. Si amas la poesía, el humor y la vitalidad, debes seguir la senda menos trillada, la del Tao.