domingo, 7 de octubre de 2012

DISPERCEPCIÓN

Acabo de volver de un curso, en que se han tratado diversos síndromes disperceptivos, cuyo nexo, para nosotros, eran las disfunciones orales, apiñamiento dentario...
Nos lo ha presentado Alfredo Marino, un italiano muy, pero que muy puesto. Imparte (con otros muchos profesores) un curso en Dijon (posiblemente me apunte) de tratamiento de las dislexias (él lo hace desde la boca) con unos resultados muy buenos, utilizando como regulador las heteroforías oculares, y su conversión a ortoforías, con lo que él ha llamado "alph".
Oiremos hablar de las dispercepciones, es precisamente todo aquello que nos impide alcanzar nuestro potencial teórico, aunque como estoy ya acostumbrado, tardará entre 10 y 20 años.

Adelantarse demasiado a las cosas es una forma como otra cualquiera de equivocarse.
Pero mucho más bonita, claro.

No hay comentarios: