lunes, 12 de noviembre de 2012

PLATA Y MERCURIO IV

Bueee, vale, ya tenemos el emplaste puestoooo; y, ahora, ¿qué?
Bueeeeno, pues eso. Viene gente, como decía en la primera entrega, pa quitarsen el plomo ese. ¿Y qué les digo yo?. Pues depende.
a) El normal, el que no sabe de qué va la cosa, que ni pregunta ni responde: pues muy fácil. Ná de ná. No le digo nada (bueno, suelo echar siempre alguna indirecta muy sutil, a ver qué cara pone) le dejo al buen hombre con sus platas sazonadas de mercurio, y a correr. De vez en cuando, si me pilla fácil y le hago un empaste cerquita, se lo quito y, si es muy fácil, gratis. Me cuesta a veces 5-10 minutos más hacer dos empastes que uno (si están juntos) cortesía de la casa. A veces, si se ve mucho y queda feo, pues se les vende facil el trabajo, o si se quieren blanquear, o me hablan de estética... se hace y, todos contentos.
b) El enterao, el releído, el que se ha buscao en la web, el que antes de empezar yo, abre los ojos y las pupilas señalándose compulsivamente el piño envenenado, que a veces viene ya de otro profesional (o no profesional) con el diagnóstico de escrófula purulenta necrosante mercurial... Pues, si puedo, tampoco, me los quito de encima, o trato de reconducirles a una situación de no urgencia, de no veneno, de simple recomendación sanitaria... y entonces se los quito.
c) el normal, intermedio: pues les digo lo que diré en la próxima, que mis ingresos por publicidad y el share tengo que mantenerlo, voy dosificando mi sapiencia.


Pues eso, continuará... 

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