Una muestra más de los estropicios que inducimos, es la introducción de nuevas especies en hábitats en los que, sin competencia, su proliferación incontrolada provoca fuertes desequilibrios. Hay cientos de ejemplos, uno de ellos, y no menos grave, el avispón asiático, que entró en Europa en un contenedor y amenaza con la aniquilación de la Apis Mellifera, gracias a la cual se polinizan el 90% de las especies vegetales. En Navarra ya se ha implantado, y por el momento sin solución.
Algunas de las más famosas puedan ser (hay tropecientasmil):
Serpiente marrón: ha extinguido TODOS los pájaros de la isla de Guam, y amenaza a todo el archipiélago de Hawaii.
Conejo europeo: una auténtica plaga en Australia.
Caulerpa Taxifolia, escapada de los desgües del Centro Oceanográfico de Mónaco (el de Cousteau) y está destruyendo las praderas submarinas de Posidonia Oceánica.
Homo Sapiens: No deja títere con cabeza, es uno de los más peligrosos.
Afortunadamente, creo que ya habrá unos cuantos laboratorios por ahí investigando armas biológicas de desestructuración masiva, y tanto va el cántaro a la fuente, que al final se les escapará algún bicho de algún frasco. En el problema suele estar también la solución.
Por cierto, hablando de entomología...
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