Eso supondrá reducir (si se cumplen, por supuesto, porque ya están todas las autonomías y ayuntamientos de la contra haciendo sus cuentas de agravios comparativos, eventraciones, visceralismos, victimismos centralistas, externalización de responsabilidades...) la deduda pública, que falta nos hace. Y como de costumbre, ¡ESOS!, más, que se lo tienen muy bien aprendido y ya no saben hacer otra cosa
También es cierto que otra de las formas de reducir la deuda pública es decir a los acreedores que se vayan a tomar viento, que no les pagas, aunque eso tiene, por supuesto, consecuencias a futuro.
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