lunes, 19 de agosto de 2013

PARA INICIADOS

(léetelo sólo si interesa, es muy técnico).
Ya comenté sobre la dispropiocepción, de la que hemos hablado mucho en sociedad. Me ha gustado mucho la clasificación, bastante ambiciosa, que hace Patrick Quercia en su libro, y que nos va a venir a contar y practicar pronto a San Simón. Conceptos sólo comprensibles para muy pocos, pero creo que proporcionan una muy buena base de algo de lo que todavía desconocemos casi todo.
Quien comenzó todo fue un tal Carpintero, y su discípulo,  Martin da Cunha, ambos portugueses, dignos de admiración (también puedes leer algo aquí).




La clasificación es clínica, aproximada. Y como dice Patrick, lo que vemos no es sino la manifestación de algo más profundo que por el momento tan sólo intuimos.


La forma “muscular”: dominada por los trastornos del tono muscular, presenta, como síntomas clínicos principales, dolores migratorios, sin sustrato anatómico (salvo de forma tardía) situados especialmente al nivel del cuello, de la región lumbo-sacral y de los miembros inferiores.

La forma “pseudo-vertiginosa”: dominada por ametropías, ambliopías y estrabismos, trastornos del equilibrio y las anomalías de localización espacial, está caracterizada por pseudo-vértigos permanentes que representan una importante fuente de ansiedad.
La forma “cognitiva”: dominada por trastornos de la concentración, las dificultades de memorización y de escucha, un sentimiento de “desconexión” del ambiente y una tendencia depresiva. En esta forma se incluye la dislexia del desarrollo, con todas sus vertientes.

Pues eso, en eso estamos.

No hay comentarios: